Se trata del antiguo banco de Felanitx, situado en la calle de sa Plaça. Fue fundado en el año 1883 como sociedad anónima con un capital de 636.500 pesetas representado por 1.273 acciones de 500 pesetas. Los catorce primeros años tuvo su domicilio social en Can Manuel d’es Sitjar, local del Ateneo de agricultura, industria y comercio, dentro del cual se gestó la fundación del Banco. El primer presidente fue Miquel Reus Bennàsser, entre los años 1883 i 1917. En 1897 el Banco se trasladó a una casa propia en la calle de sa Plaça.

Es un palacete urbano de estilo ecléctico que fue construido en 1919 según traza de Antoni Vaquer Noguera. El edificio se caracteriza por tener una planta adaptada a las necesidades y una fachada donde predominan los valores estéticos por encima de los constructivos, siguiendo así los modelos de los palacetes urbanos de los siglos XVI y XVII, que usaban esquemas góticos.

La fachada, articulada con rigurosa simetría, destaca por su planeidad, por el orden de los huecos y la sencillez decorativa. Aunque desaparece el porche superior típico de la arquitectura de los casales señoriales, aparece un piso nuevo con idéntica composición a la de las plantas inferiores. Se mantiene la estructura habitual de planta baja y dos pisos.

La simetría que sigue la fachada queda rota y, a la vez, acentuada con el tratamiento que se hace del cuerpo central, que sobresale en relación a la línea de la fachada con mayor ornamentación. De este cuerpo central destaca el balcón del primer piso que se asienta sobre ménsulas decorada y apoyadas sobre las pilastras de la puerta. Por lo que se refiere al balcón, destaca el arco rebajado trebolado que articulada la apertura. El tipo de decoración vegetal con palmeta que se observa, así como su repetición como elemento decorativo para toda la fachada, nos remite claramente a la tendencia historicista neogriega. Antoni Vaquer había trabajado como escultor bajo las órdenes del arquitecto M. Rigo en obras como el Banco Balear de Palma (1870), de estilo neogriego y con la presencia del mismo tipo de decoración vegetal a base de palmetas. Si nos fijamos con la disposición de elementos curvilíneos que existe en la fachada del Banco de Felanitx y en la decoración floral presente en el forjado, debemos pensar con otro tipo de influencia más próxima al modernismo. Por tanto, se puede afirmar que este edificio quedaría integrado dentro de la corriente del eclecticismo.